3. SURCOS


 Prepárate para un cambio radical. No es lo mismo dedicar tu vida a trabajar por un jornal y ‘gastar’ en tu ocio, que ser un granjero entregado con placer al cultivo... que intenta no perder mucho de su valioso tiempo por un sueldo.

 Coge la azada, el arado o el tractor y empieza a trazar en tu tierra surcos fecundos donde las semillas puedan prosperar. En este capítulo te van unas cuantas directrices para ello. Claro, te va a costar; pero si tomas las determinaciones necesarias el futuro te lo agradecerá con montañas de oro.

Haz de ganar dinero el centro de tu vida

Este es el primer surco. No se trata de renunciar a cosas mucho más valiosas como la familia, el amor, la sabiduría... sino de decidir que quieres ese poder material para protegerlas. También puedes como jardinero aficionado hacer que tu capital florezca y dé frutos, pero el dinero masivo solo se entrega a quien se consagra en cuerpo y alma a cuidarlo.

Dormir bien, comer bien. Ejercicio. Vida sana

 Tu campo te necesita vital, no puedes permitirte estar a menos del 100%. Si tienes algún problema crónico de salud, haz lo que debas para controlarlo sin que te suponga estar más pendiente de ello de lo estrictamente necesario.

Cero alcohol, cero tabaco, cero drogas

 Liquida tus vicios. También las aficiones aparentemente inocuas pero improductivas. A partir de ahora solo puede quedar en tu mente espacio para una adicción: hacer dinero.

Deja de perder el tiempo

 ¿Verías la tele si te cobraran 20 euros cada hora que lo haces? Pues mucho más es lo que estás pagando al no dedicar ese tiempo a mejorar. ¿Abandonarías tu trabajo para ir de fiesta con los amigotes? Pues peor es abandonar así la faena diaria que necesitas para superarte. Matar el tiempo es tu ruina. 

Apaga el piloto automático. Concéntrate en lo que haces

 Si te dejas llevar por los impulsos y simplemente reaccionas a lo que te sucede o te ‘pide el cuerpo’, eres un autómata condenado al fracaso. Solo tienen éxito quienes actúan sobre las circunstancias con su atención bien despierta.

Embarca a tu familia

 Ellos son parte de tu vida, que ahora va a ser cultivar dinero. Inclúyelos y hazles saber que necesitarás su apoyo.

Elimina personas tóxicas, reduce tu lista de ‘amigos’

 Tacha de tu vida a los que solo saben pedir y no están cuando los necesitas. Pulgones y otros parásitos no, gracias.

No tengas enemigos

 No malgastes tu energía con rencores. Sencillamente dedícate a lo tuyo y ya se retorcerán los bobos al verte triunfar.

Elige como pareja a quien ame tu parcela

 Si es la persona adecuada, te ayudará a hacer dinero. Si no te ayuda a hacer dinero, no es la persona adecuada. 

Pasa de metafísica

 No pierdas tiempo con el Más Allá cuando hay tanto que hacer aquí al lado. Si crees en Dios, pídele que te ayude sin mucha fanfarria. Por lo demás, deja a las fuerzas sobrenaturales ocuparse de lo suyo y tú céntrate en la materia palpable.

Elimina tu ansiedad por no tener dinero

 ¿Te cuesta cubrir tus gastos? ¡Dios mío, vaya drama! Tienes el mismo problema que el 99% de personas del planeta. Y quizá estás entre los afortunados: ¿comiste ayer? ¿Dormiste bajo techo? Esa ansiedad no es más que tu ego desbocado. Acepta lo que tienes y ocúpate de crear un futuro mejor.

Olvida los prejuicios sobre ganar dinero

 La sociedad nos mete a veces extrañas ideas en el subconsciente. Hay quien ve la obsesión por la riqueza como algo negativo. El dinero es bueno si se utiliza para ayudar a quienes te rodean. Esa es tu intención ¿verdad? Así que cada segundo que dedicas a pensar en ganar pasta eres un santo.

Investiga dónde te metes, o irás directo a la boca del lobo.

Si en una mesa de póker no sabes quién es el primo, es que el primo eres tú. Pues aplícalo a todo: en un negocio donde no eres experto, tú y tu dinero seréis comida para los expertos.

Limita tu campo de negocio a lo que sabes y te apasiona

 No te pongas a vender moda si llevas chándal todo el día. Ni a montar restaurantes si no adoras preparar la cena. Ni a apostar si te aburre investigar a fondo los detalles de cada jugador. Saca las tijeras de podar y corta ya esas ideas absurdas de ganar dinero con algo que ni conoces ni te atrae.

Pon filtros para llegar a ti, físicamente o por teléfono

 Protege tu valioso tiempo de visitantes improductivos.

Evita actuar influenciado por el miedo o la euforia

 No se trata de no sentir emociones (¿de qué te serviría el dinero entonces?) sino de aprender a controlarlas. En los negocios, mente fría; o te llevarás una de tortas que más te valdría olvidar este libro y meterte en un convento, créeme.

Si te va mal ¡No te quejes! Trabaja

 Un adulto capaz lloriqueando es como mie... como miel para las moscas. Atrae a toda la gente tóxica, que solo ven a una persona débil de la que aprovecharse. Si superaste la niñez, simplemente haz lo que tengas que hacer y cambia las cosas.

Si te va bien ¡No te jactes! Trabaja

 Qué placer más inútil fanfarronear de las cosas que hemos logrado. Inútil y peligroso, porque el campesino que canta su gran cosecha atrae a los bandoleros y a los cobradores de impuestos. Alardear de tus logros será un buen epitafio para tu tumba; para continuar vivo, ¡cállate! Y sigue trabajando.

Mantén un firme plan de ahorro/inversión

 Si no ahorras el 10% de tus ingresos, ¿qué haces aquí?

Deja pasar esas oportunidades que se presentan solas

 Las verdaderas oportunidades están ocultas y hay que buscarlas trabajosamente. Un negocio fabuloso que se anuncia, o te cuenta un desconocido, o se te ocurre leyendo un artículo de opinión... es una oportunidad de perder hasta la camisa.

Filtra los datos, quédate con lo útil y comprobado

 Descarta la información que no sea importante para tu negocio. Y de lo que te llega, aprende a distinguir lo confiable de lo inexacto. ¿Hará falta que te lo diga? Los datos que te da ese simpático vendedor sobre el producto que te quiere colocar no son objetivos. Y frecuentemente (¡horror!) son falsos.

Limita el tiempo de exposición

 Nunca expongas tu dinero más tiempo del que puedes operar con frescura. Ante el menor signo de malestar o fatiga, limita o detén las operaciones. No seas como los borrachos que creen ‘controlar’ cuando físicamente no están en condiciones.

Sé fuerte, jamás miserable

 Caerle bien a todos es incompatible con la necesidad de promocionar tu dinero. Pero trata siempre bien a la gente.

Desconfía de lo que te diga tu intuición

 A no ser que sea algo contrario a lo que la mayoría opina y puedas demostrar con datos que es una idea acertada.

La información es siempre buena

 Es muy humano no querer escuchar las malas noticias. Tan humano que te perpetúa en el fracaso. Cuando el negocio no marcha es cuando más tienes que dedicarte a conocer y analizarlo todo. Para cambiarlo o al menos aprender la lección.

Evita regodearte en tus victorias

 El caso contrario al anterior. Tras un éxito, no mastiques una y otra vez los datos de lo bien que lo hiciste. Eso ya solo sirve para alimentar una amiga muy cara... tu vanidad.

Empieza el día con un plan, termínalo con un informe

 Ordena los pasos que tienes que dar en tu jornada. Y comprueba a menudo si estás progresando como pretendes.

Si haces lo que te gusta, el trabajo es vida. Disfrútalo.

 En la granja mis jornadas eran de 12-14 horas frente al ordenador. Trabajadores ocupaban noche y día la planta baja de mi vivienda. Huía de obligaciones sociales. Ni pensar en vacaciones, paraba solo dos días al año (Navidad y Año Nuevo, en que apenas hay apuestas)... y era tremendamente feliz.

 La llave del éxito: Encuentra una ocupación que te dé dinero y al mismo tiempo te apasione. Será tu surco maestro. 







No te agobie la faena de arar aunque parezca demasiado exigente. Tú ve profundizando poco a poco: con cada pasada arrancarás maleza y piedras y verás surgir la buena tierra. 

Para despertar hábitos saludables y reforzar tu voluntad, son magníficos los libros de Paul C. Jagot.

En caso de adicciones algo descontroladas, funciona el Programa de los Doce Pasos que inició Alcoholicos Anónimos y luego se extendió a varios campos.

Innumerables libros y webs te hablan de cómo aprovechar tu tiempo. Recomendables: Organízate Con Eficacia de David Allen y Primero Lo Primero de Stephen R. Covey, o busca en internet las palabras Gestión de Tiempo

Pero nada tan inspirador como una buena película para ponerte las pilas y lanzarte a por tus sueños. Aquí van algunos títulos absolutamente recomendables para emprendedores:

  • Red Social (The Social Network)
  • Éxito a cualquier precio (Glengarry Glen Ross)
  • Los piratas de Silicon Valey (Pirates of Silicon Valley)
  • Ciudadano Kane (Citizen Kane)
  • En busca de la felicidad (The Pursuit of Happyness)
  • Moneyball: El juego de la fortuna (Moneyball)
  • El poder y la avaricia (Wall Street)
  • Jerry Maguire, amor y desafío (Jerry Maguire)
  • Steve Jobs: Una última cosa
  • Negocios arriesgados (Risky Business)
  • Guerras de cerveza (Beer Wars) 
  • El llamado del emprendedor (Call of the Entrepreneur)
  • Coctel (Cocktail)
  • Tommy Boy 
  • El nuevo sueño americano (Boiler Room) 
  • El lobo de Wall Street (Wolf of Wall Street)



2. ZONAS FÉRTILES, ZONAS TÓXICAS


Si hay arenas movedizas, animales venenosos o minas en tu campo, será mejor que lo despejes antes de intentar cultivarlo. Y lo que no puedas eliminar, al menos señalízalo para tenerlo bien claro y que no te dé problemas.

Lo que tienes, lo que sabes, lo que haces... ya puedes ir clasificándolo todo según este simple esquema: 

 - Zona Fértil: Cualquier hábito o característica que te facilita ganar dinero.

 - Zona Tóxica: Cualquier hábito o característica que hace peligrar tu dinero.

FÉRTILES son las amistades y contactos sociales, vida sana, estudio, deporte, aire limpio, habilidades/conocimientos de cualquier tipo, facilidad de cálculo, ser previsor... TÓXICOS serían perder tiempo con TV o internet, vicios, pereza, fobias, enfermedades, complejos, contaminación, ruido, obsesiones, malas compañías... ya tú sabes.

¿Te concentras en pulir tus defectos? Grave error.

Imagina que te dan esta mano de póker: A♥ A♣ 9♦ 5♠ 2♦. No tendría sentido descartar los ases y ‘tratar de fortalecer los puntos débiles’. Pues haz lo mismo en la vida: tira las malas cartas y céntrate en potenciar tus mejores cualidades, eso que sin esfuerzo te aprovecha. Son tus dones los que te harán rico.

Así de simple es la labor del granjero: consiste en promocionar las zonas buenas y cuidarse bien de no alimentar a las malas. Deja que la naturaleza haga el resto.

Recuerda la mayor catástrofe económica de tu vida, ese tropiezo que dejó un buen boquete en tu patrimonio. Da igual si sucedió en un instante o si te desangraste durante años. Apuesto a que al menos uno de estos factores fue protagonista:
- No te controlaste, te dejaste llevar por emociones
- Te metiste en algo que no conocías
- Te asociaste con la persona equivocada

¿Uno de estos puntos causó tu debacle? Porque son nada menos que los Jinetes del Apocalipsis del dinero: Emoción, Ignorancia, Dejadez. (El cuarto jinete, el Poder, te tocó si se trató de un robo del gobierno o de otra mafia menor). 

El problema es que esos enemigos estarán siempre con nosotros. Somos personas: No podemos evitar tener emociones, PERO evita que te dominen. No podemos saberlo todo, PERO no ignores tu ignorancia. No podemos vivir sin confiar en la gente, PERO mantén el control de tus asuntos.

Por último, habitamos una sociedad y siempre habrá alguien más fuerte que tú acechando, PERO vigila el horizonte y procura no llamar mucho la atención.

Si en el caso de más arriba, para explicar tu pérdida de dinero usaste excusas del tipo ‘mala suerte’ o ‘me faltó ayuda’, recapacita. ¿De veras no sabías que podía suceder? ¿No deberías haberte preparado frente a esas eventualidades? La amiga Ignorancia no necesita que la disfraces con máscaras.

Así que, definitivamente, cualquier característica que te ayude a mantener a raya a uno de estos Jinetes constituye una Zona Fértil. Y los factores que los favorezcan (miedo, avaricia, prepotencia, apegos...) son Zonas Tóxicas. Ponles vallas.

Veamos formas de lidiar con cada jinete, del 1 al 4:

1. Tus emociones no entienden de números

No me cansaré de repetírtelo: el autocontrol es vital si quieres que tus campos prosperen. Un segundo de rabia o de miedo puede echar a perder una vida entera de trabajo. 

Es tarea de cada uno aprender a dominarse. Pero la fisiología también hace su papel: estar cansado, hambriento o incómodo predispone al mal humor y a reacciones viscerales. Manejar negocio en esas condiciones es tentar al diablo.

Música suave, ambiente tranquilo, comodidad, evitar interrupciones... Buen invernadero para tus plantitas.

Y ¿qué hay del ‘estrés positivo’? Eso es otra cosa. La comodidad no es para dormirse, sino para evitar perder energía en trivialidades. Solo así mantendrás constante vigilancia, alerta a la liebre de la oportunidad o a la zarpa del peligro. 

Un rato de meditación diaria, o de desconectar con alguna afición sana, ayudará a mantener tus nervios a punto. Por supuesto evita llevarte a horas de trabajo problemas personales y calentamientos de cabeza ajenos. Concentración.

2. Si sabes que no sabes nada, busca quien te pague por ello

Meterse en un negocio sin conocerlo a fondo es suicida, pero la vida es corta y hay que actuar. Encuentra el equilibrio. Si eres novato en algo, empieza arriesgando poco o con números virtuales. No tengas prisa, deja a otros las medallas. Hazte veterano en mil batallas antes de salir de la trinchera.

Selecciona el tema -adecuado a tu capacidad- con el que ganar dinero y céntrate en él hasta dominarlo, olvídate de todo lo demás. Especializarse es la clave del éxito (no te harás rico por tener ‘cultura general’). Ya con tu fábrica de billetes en marcha podrás curiosear otros campos, hasta hallar una idea millonaria atando cosas que nadie había pensado poner juntas.

3. Confianza. Cuánta tragedia griega bajo ese nombre

Quien no sabe delegar siempre será un esclavo. Deja a otros lo que puedan hacer mejor que tú, pero manteniendo siempre el último botón de control: Poner tu vida en sus manos estaría genial... si ellos no tuvieran vida propia que sostener.

No confundas amor y negocios. Contraté una vez para mi empresa a una chica inteligente y capaz con la que estaba saliendo,  equivocando nuestras mutuas expectativas. En un mes la división entera y mi relación estaban igualmente arruinadas... y aún tuve suerte de salvar mis ojos.

Asóciate solo con quien demuestre ser experto en el trabajo a realizar, o al menos aporte valores objetivos (capital, contactos) que compensen la inevitable catástrofe que causará.

Jamás te fíes de una persona sin vicios. Todos tenemos. ¡Qué terrible será el suyo si tanto se esfuerza en ocultarlo!

4. Cumple las normas, conejito. Dijo el lobo

Los caminos están infestados de bandoleros pendientes del tintineo de tus bolsillos. Y peor si vas por medio del monte.

Te van a robar varias veces en la vida. Asúmelo o te destrozará cuando llegue. Si reconoces esta verdad, prepararás las vallas o el botiquín para limitar las pérdidas cuando suceda. 

Cuanto más alto subas en los negocios, peor mafia te encontrarás. Hoy comanda el mundo el resultado de muchas generaciones de selección natural entre los más despiadados.

Atento a un cambio de dimensión del juego. Quizá seas un tiburón feliz y confiado en tu acuario hasta el día que entra un Megalodón. Si hay algo que no se explica o ves a novatos empezar a comportarse como expertos, cierra posiciones y ¡huye! ¡Salva tu alma! Que no te pase como a mí.

Mira a tu alrededor: tu casa, tu ropa, tus cosas. Recuerda los grandes gastos: viajes, fiestas, reformas. Todo eso eran valiosos brotes de dinero ¿lo invertiste bien? Cierto que uno debe disfrutar, tener vida social y crear contactos (eso es también inversión). Pero, en serio: ¿Cuánto tendrías ahora si una parte de aquello lo hubieras dedicado a producir?

Las decisiones que tomas con el dinero en tu mano son de cultivo. Algunos son como una tormenta de pedrisco para su campo y el de los colindantes. Hay decisiones fértiles (protegen y hacen crecer el capital) o tóxicas (lo malgastan).

Hazte siempre la pregunta: esto que adquiero ¿vale más que lo que produciría ese dinero bien invertido? Las etiquetas de precios marcarían cifras astronómicas si reflejaran lo que a veces supone en Coste de Oportunidad al cabo de los años.

Cuando tengas millones podrás dejar de preocuparte por las monedillas sueltas. Mientras esos gastos cotidianos supongan una parte importante de tus ingresos, tu deber es preservarlas para que críen. Sin extremismos pero con firmeza. Aplícate esta norma al nivel que te encuentres (quizá solo te duelan los gastos de más de diez mil euros, o quizá aún tengas que contar céntimos. La actitud es lo importante).

Hay algo crucial que necesitas saber tengas o no capital: tu tiempo es dinero. Cada día te regala unos cuantos esquejes nuevos y tú decides qué hacer con ellos. Usa tu tiempo libre para crecer. Si malgastas tus horas, asesinas tu huerto.

Toma a partir de ahora tus decisiones pensando en el futuro. Recuerda que lo que haces con tu tiempo y tu dinero está fertilizando o intoxicando tu prosperidad. Los buenos hábitos de compra y consumo suponen la diferencia entre riqueza o miseria al cabo de años. Aunque dejes de leerme ahora, si te has dado cuenta de esto ya has cambiado tu vida.



Para interiorizar algunos hábitos que fertilizarán tu dinero, te  recomiendo el delicioso clásico “El hombre más rico de Babilonia” de George S. Clason.

El Jinete de las Emociones puede combatirse con cualquier técnica de meditación o relajación de tipo oriental. Pero no cargues tu mente con teorías extrañas, necesitas el espacio para la práctica de la jardinería. Apártate de cualquiera que use demasiadas palabras con ‘K’.

También pueden servirte libros como “Tus zonas erróneas” de Wayne W Dyer o el fenomenal “Filosofía para la Vida” de Jules Evans

En cuanto a la Ignorancia, ya sabes que se cura con Capacitación. Pero aquí lo importante es conocer en qué puntos eres fuerte para los negocios y cuáles debes descartar. Haz numerosos test de personalidad, de habilidades numéricas y sobre la materia en que te quieres especializar.

La Dejadez es la plaga de nuestros días, nos hemos acostumbrado a que nos lo den todo hecho. Las acampadas al aire libre o deportes de riesgo en solitario son una forma excepcional de forjar tu independencia. Puedes leer el libro “Gente tóxica” de Bernardo Stamateas para conocer cómo lidiar con vampiros.

El Poder es un enemigo menos temible si conoces sus trucos. Para ello recomendable cualquier obra de Mario Puzo (o la trilogía de películas de El Padrino), el casi enciclopédico Las 48 leyes del Poder (R. Greene) o el ameno librito ¿Qué haría Maquiavelo? (Stanley Bing)